CUANDO TOCAS A MI BANDEJA DE ENTRADA

12:19 a.m.

Cuando llegas nuevamente solicitando mi atención, con un espíritu amable para llenarme de novedades e ideas, entiendo que me envías guiños y flores, que me extrañas, que me necesitas y necesitas de mi amor en respuestas cortas pero exactas. Amas contrariado, contrapicado, controvertido, Contreras a lo que quieres admitir. Cuando luchas por salir del caos sólo para hablarme y reconstruir nuestro raro estado de precaria intimidad, siento que estiras las brazos a la distancia para engancharte con mis brazos. Deberíamos dejar que nuestros brazos se estiren por toda la avenida Venezuela y que se encuentren en Metro de Faucett. Que se unan a la mitad de la ruta que todavía nos une. Que se entienda que no he dejado de amarte, que no has dejado de amarme. Que ahora somos un par de prematuros viejos viviendo más de la amistad que del coito.