REAL Y SALVAJE

9:11 p.m. 0 Comments

He soñado con un ser mitológico que salpicada semen sobre mi. Su cola aguijón se movía incansablemente, manchando mi ropa negra con sus fluidos de indescriptible color, de fuerte sabor. Complacida por el ataque de la Bestia me deje caer suavemente sobre el piso de cemento que se elevaba al cielo dibujado de celeste. Sus garras rozaron mis brazos y despojaron mi mano derecha del guante blanco que la protegía para luego lamer cada uno de mis dedos. Así la Bestia partió, extendiendo sus doradas alas. Lo sentí aún turbado por el rápido encuentro. Llevaba mi guante incrustado en las deformes uñas. Partió con él mi deseo de volver a soñarlo.

Segunda Primera vez...

3:44 p.m. 0 Comments

Hoy, recién hoy he extrañado, a pesar de desconocer lo que extraño. Hoy te he recordado todo el día; pero no tengo certeza de todo lo que paso. Parece que estoy recreando y haciendo infinitos momentos mínimos. No debí fumarla toda, debí concentrarme en ti y no estar tan pérdida. Habrán sido los vecinos con su juerga, las risas exageradas o mis malas bromas lo que no nos dejó acoplarnos armónicamente. Habrá sido la hierva y el alcohol. No sé, delicioso. Ser hermoso. Te propongo una segunda primera vez.

PEQUEÑO PRINCESO

11:30 p.m. 0 Comments

No existe un tiempo preciso para la ejecución de nuestros deseos. No. Ella ha corrido mucho por satisfacer caprichos infames: entra y sale gente de su vida y de su cuerpo que ha preferido, sin proponérselo, la memoria selectiva. Y no por insatisfacción o vergüenza; es sólo la purga que su mente exige. No hay fechas ni horas, detalles, chistes recortados, poses preestudiadas. No hay recuerdos del coqueteo previo o conversaciones posteriores. Solo la música e imágenes recurrentes guían sus actos. Otra piel, Ojos Rojos, un millón de años luz; el roce de reconocimiento, las conversaciones en la cama, la felación, el cunniliingus. Nunca existió un pero, pero tocó perdonarle la vida a un dios desarraigado de los placeres terrenos solo por su hermosa desnudez. Pequeño princeso, ella tenía tanta hambre y tu pusiste las sábanas de mantel

NO HAY DIAGNOSTICOS

11:22 p.m. 0 Comments

Ha pasado ya a la historia las historias de las abundantes barbas y los bigotes tentadores y se, y solo se, que el tiempo no cura nada

Razones para dejar de insistir en dejar lo dejado. 

11:21 p.m. 0 Comments


Desde que te conocí y amé, no he logrado ordenar el carnaval que formas en mi cabeza. He intentado abandonarte unas 4 ocasiones y solo he logrado separarme de tu cuerpo. Todo ha sido un error de origen: desde nuestro primer beso, tu ebrio y yo coqueada, hasta el acostarnos en la estrecha cama que debidó resistir por dos años a un par de extra large.  Creí que estar a tu lado en los malos momentos le daría mayor intensidad al disfrute de los buenos, pero una vez, las contradicciones empujan, ahogan... 

Luego de la indiferencia, de las peleas por el tiempo, por las obligaciones, por la oposición de mis padres. Por los sábados no compartidos, por las películas no vistas y los chiquitraumas de tus desamores. Luego de los escándalos en la calle y de no hablar, no logro empujarte, no logro empujarme al destierro sentimental. Luego de las ofensas y las infecciones, de las sonrisas fingidas, del infierno de la embriaguez, aún estoy limpia para seguirte amando. 

No he encontrado razones para dejar de insistir en dejar lo dejado. No hay buenas razones para amarte como te amo, sólo sé de mi vehemencia al hacerlo y eso si tiene una explicación: es el Contreras que has instalado en mi, es el Contreras que abandonaste en mi cabeza