La vida




La vida que me viola tuvo demasiadas noches, más de las que imaginé. Es la soledad pese a la compañía. Es la soledad, a pesar de tener ese cuerpo que amo junto al mío y no lograr entender nada de lo que le sucede. Es acompañar un funeral, silente, atenta a la (in)necesidad del difunto. 

Nunca te dije cuanto te amo. He preferido siempre contenerlo en la boca hasta sentir su amargo exilio sobre tus hombros tras el abrazo. Y es que tu vives del pasado, de (in)feliz recuerdo, para olvidar el día a día que tampoco te satisface. Estas viviendo tu entierro a diario y yo no sé si pueda seguir velándote.

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