Martín Romaña
Eres la única persona por la que quebré mi corazón. Y es que nunca, ni antes ni después de ti, he domado mi naturaleza y sacrificado mi sibaritismo por tu estabilidad y en cumplimiento de tus expectativas.
Entre lo bueno y lo malo y el entender que lo nuestro no funcionaría, la soledad me impulsa a necesitarte y extrañarte a pesar de saber que has vuelto a ser el pelmazo orgulloso que dejaste de ser a mi lado.
En fin, brotan ahora muchas frustraciones y deseos truncos al leerte y hacer historia de lo nuestro.
No existes más para mi, pero sigues viviendo donde ya no deberías.
Tengo que lograr que te mueras en mi
Comentarios